Antes…
Antes de partir y que el viento me despeine, de elevar mis alas paralelas en las alturas en busca de tesoros y de sabiduría divina;
Desnudo mi alma en la tierra que me sostiene.
Antes de iniciar la letánica «dame dame dame» y responder yo misma con «quiero quiero quiero» Y enamorar el rostro centrado en el espejo;
Me callo y silente escucho tu voz que me habla.
Antes de decir el primer «Te amo» del día y repasar las tareas y agendas saturadas, falta y sobra algo, vacios y cargas pesadas;
Sin aliento de dar un paso caigo de rodillas.
Antes de los deseos de seguir creciendo, debo quebrantar cada parte de mi vida y rendirme entera a tus pies arrepentida;
Así, significaría todo lo que estoy haciendo.
Antes de nombrar al mundo y la vecina, debo saber a qué Señor le estoy sirviendo;
Al Padre; al Amigo; al Príncipe; al Abogado; a el Shaddai; al “Yo Soy”; a Elohim; a la Shekina; al Sumo Sacerdote; al Alpha y Omega; al Eterno; al que era, el que es, y el que ha de venir; al Consejero; al Verdadero; al Pan de vida; al cáliz; al postrer Adán; al Amor; al Cordero.
Antes de comenzar mi día Señor, en agradecimiento y adoración, todo mi ser se postra ante ti Dios.
Por: Mariah A. De La Mora Espinosa